
Se trata de cinco días de fiesta en los que son típicos los bailes de "los danzantes" y las revueltas de moros y cristianos, así como la tradicional colación, que recibe su nombre de los frutos secos que se ofrecen en la calle para acompañar la deliciosa "cuerva" o sangría.
Procesiones y verbenas con grupos locales se suceden durante estos días, donde tanto la población local como los visitantes son participes de estas originales fiestas.