miércoles, 18 de febrero de 2009

Inaugurado Centro de eliminación de Inertes en Huescar

Se ha inaugurado, en estos días, el centro de eliminación de residuos inertes de Huéscar. Este centro servirá para la recogida y tratamientos de los restos de inertes que se produzcan en las localidades de la comarca de Huéscar (Galera, Orce, Castril, Castillejar, Puebla de Don Fadrique y Huéscar), aunque próximamente también entrarán en funcionamiento centros similares en Puebla de Don Fadrique y en Castril. El Presidente de la Diputación de Granada, Antonio Martínez Caler, la Diputada Delegada de Medio Ambiente, Pilar Peramos y el alcalde de Huéscar, Agustín Gallego han inaugurado el Centro de Eliminación de Inertes de Huéscar.

La instalación cuenta con un equipo de contenedores para la separación de los materiales que no son propiamente inertes, y cuyo destino será la retirada para su tratamiento por un gestor autorizado. Este centro cuenta con las medidas de seguridad necesarias para evitar cualquier tipo de contaminación medio ambiental y está situadio en el paraje Cortijo de Garrapata sobre una superficie de 8,82 hectáreas, junto a la Planta de Transferencia de RSU.

El alcalde de Huéscar ha valorado la importancia de esta nueva dotación “para tener nuestros espacios naturales limpios sin que pueda existir ya excusa para que los residuos y los escombros tengan un tratamiento adecuado, o sean depositados aleatoriamente en cualquier lugar". Este equipamiento permitirá la próxima eliminación, sellado y restauración medioambiental del actual vertedero.

martes, 17 de febrero de 2009

Dormir en una Cueva

La Universidad de Granada va a realizar un estudio sobre las peculiaridades y la calidad del sueño en las casas cueva, algo que en el Altiplano de Granada ya conocemos y que ahora la Universidad quiere elevar a científico y buscar si, efectivamente, se descansa tan bien como parece durmiendo en una casa cueva.

La noticia la hemos visto en el diario ideal y aquí he extraído algunas partes de lo que considero más relevante y de interés.

Lo dice el sentido común: temperatura agradable, silencio y oscuridad igual a sueño profundo. Lo dicen los turistas: en las encuestas que algunos empresarios hosteleros pasan a sus clientes, éstos confirman que una de las ventajas de este tipo de alojamientos rurales es la posibilidad de dormir a pierna suelta sin que nada les moleste. Dentro de poco, además, lo confirmará la ciencia: un equipo de investigadores de la Facultad de Psicología de Granada encabezado por el catedrático Gualberto Buela-Casal iniciará la próxima primavera un estudio para analizar la calidad del sueño en esas estancias excavadas en la roca. Para ello, someterán a 24 sujetos a registros polisomnográficos con máquinas portátiles en diferentes tipos de alojamiento -hoteles de alta montaña, hoteles costeros y casas-cueva- y en el laboratorio del sueño de la Facultad, que cuenta con tres camas.

Buela-Casal subraya el interés que esta investigación puede tener para el sector turístico de Granada. Hay que tener en cuenta que en esta provincia «se asienta la comunidad más grande de 'cavernícolas' de Europa», con más de 12.000 cuevas, especialmente en las comarcas de Guadix y el Marquesado, Baza y Huéscar, aunque también las hay en la capital.
Según sus datos, unas 10.000 personas viven habitualmente en este tipo de residencias y hay 300 cuevas distribuidas en 25 pequeños complejos hoteleros con capacidad para un millar de plazas, lo que supone una oferta anual de casi 400.000 plazas hoteleras por año. Este tipo de alojamientos subterráneos son uno de los principales reclamos turísticos de las comarcas del norte de la provincia.

Además de la infraestructura del grupo de investigación sobre trastornos del sueño, el estudio cuenta con la colaboración y cofinanciación de la Asociación Andaluza de Turismo Rural de Casas-cueva y de la empresa Pikolín, y está pendiente de una ayuda solicitada a la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía.

Los 24 sujetos participantes en el estudio serán voluntarios, de entre 20 y 40 años, mitad hombres y mitad mujeres. Los interesados pueden inscribirse en el teléfono 958 24 95 59. «Las únicas condiciones son que no tengan ninguna alteración física ni psicológica; que no tengan trastornos del sueño; y que no sean personas que habitualmente duermen en casas-cueva», explica Buela-Casal. Los investigadores compararán los registros de cada sujeto durmiendo en las distintas condiciones: nivel del mar, cueva, alta montaña y laboratorio de sueño.

Aunque la investigación es absolutamente novedosa, los psicólogos parten con varias hipótesis. «Muchos de los turistas que visitan las cuevas hacen referencia a la buena calidad del descanso que consiguen en ellas -señala su responsable-. Las cuevas ofrecen un ambiente único en cuanto a tranquilidad, silencio, oscuridad, temperatura, humedad y aislamiento». O planteado al revés: la iluminación incorrecta, el ruido, los dormitorios con demasiado frío o demasiado calor, la humedad y la altitud son factores ambientales que alteran el sueño.
Sueño profundo

«Sí se ha estudiado la calidad del sueño en alta montaña y se ha visto que las personas dormían menos, se sentían más cansadas y tenían la sensación de no haber dormido -señala el especialista-. También se observan alteraciones en la estructura del sueño y en los parámetros respiratorios».